RABANITO REDONDO BLANCO

Esta variedad tiene una piel rugosa blanca, pero en su interior es blanco y muy crujiente. Suele tener poco picor en comparación con el rábano-remolacha negra, el rojo o el amarillo, aunque depende de la época en que se cultive puede tener mayor o menor intensidad. Si se desea reducir el picor, basta con pelarlos. En crudo va bien en ensaladas o decoración de platos. También como aperitivo, con un poco de aceite, sal y alguna salsa. Precisamente con este producto se pueden preparar salsas de sabor intenso para asados, carnes o verduras a la parrilla. Hay muchas posibilidades por explorar de este producto, y entre ellas es asarlo, hornearlo, estofarlo o saltearlo. Añadir a la cocción un fondo de carne, pescado, marisco, ave o verdura y se puede lograr platos donde el protagonista sea el rábano y su sorprendente versatilidad. Sus hojas también se pueden consumir, cocinándolas de la misma manera que las espinacas, o incluso secas para sopas o infusiones.

Presentación: Manojo.

Conservación: de 6 a 10 grados en el frigorífico.

Consejo: Debe conservarse en el frigorífico sin estar cerradas en bolsa o compartimento. En la siembra y cosecha de meses calurosos, el rabanito suele ser picante, a diferencia del periodo entre noviembre y abril, cuando apenas el picor tiene presencia en el sabor.

Disponibilidad: Casi todo el año, según demanda.

Enlace de interés:

Receta Rábanos Asados de Directo al Paladar